El pasado 8 de junio Github anunció que a finales de año la existencia de Atom culminaría por razones de poca a casi nula actividad en su desarrollo. Atom es un editor de texto que nació en 2015 en su versión 1.0 en las entrañas de Github. Tras la compra de éste por parte de Microsoft el desarrollo del IDE vino a menos a favor de Visual Studio Code resultando en lo que ocurrirá el 15 de diciembre.

Uno de las características que me agradaron de Atom fue la alta capacidad de personalización y extensionalidad. Y una de las características que no me agradaban hasta la fecha es el rendimiento que ofrece por el tipo de tecnologías web que utiliza.

Generalmente ocupo no solo un editor de texto sino más de tres. Dependiendo del entorno de escritorio utilizo el que trae por defecto (Gedit con Gnome, Kate con KDE, Mousepad con XFCE4, etc) acompañado de otros más. El editor por defecto lo ocupo para revisión de archivos menores en texto plano. Los otros los ocupo dependiendo el propósito. Normalmente utilizo Geany como editor de uso general para revisar, leer y editar texto y código en varios lenguajes. Esto porque tiene una mayor capacidad de configuración que los editores por defecto de los entornos. Además de que ofrece una prestación como un IDE ligero.

Dentro de los lenguajes y herramientas que utilizo frecuentemente está Java, Python, Haskell, LaTeX, Markdown y shell scripts. En menor medida otros lenguajes con una importante tasa de lectura. Así que para los frecuentes ocupo algún IDE o aplicación específicos como Netbeans, Pycharm, IntelliJ, R Studio, Texstudio, entre otros. Pero en ciertas ocasiones no cuento ya sea con los recursos de hardware o de disponibilidad y tengo de prescindir de ambiente gráfico y escribir en la terminal. Y aquí aparece en escena el todopoderoso Emacs y en menor medida nano y recientemente, micro. Además de que me permite un mayor enfoque y concentración la ausencia de notificaciones y elementos distractores del ambiente gráfico.

Y en medio de la solvencia de los IDEs específicos y de los editores de uso general están los editores vitaminados como Atom, Visual Studio Code, Sublime Text y Emacs. Porque con el agregado de extensiones se puede leer con resaltado de sintaxis, escribir con depuración de errores y compilación de varios lenguajes. Aquí es donde entraba en acción Atom porque me permitía estar trabajando con varios lenguajes a la vez. Aunque debo reconocer que en meses recientes había relegado a Atom por su rendimiento menor y bugs a favor de Visual Studio Code. Y solo lo mantenía para escribir en el modo markdown porque la integración que tiene con Jekyll es más que perfecta para mis necesidades.

Así que en las semanas venideras estaré haciendo la migración e integración de extensiones para trabajar en Visual Studio Code en todos los modos y lenguajes que requiero. Y también para Emacs. Realmente cada vez estoy más enganchado y satisfecho del rendimiento y capacidades de Visual Studio Code que ya lo posiciono como mi editor de código base al igual que Emacs. Es cierto que configurar ambos es un proceso que lleva su tiempo pero que vale la pena ya estando en producción.

Sinceramente no sé si aparezca algún fork de Atom después de la fecha de archivación del proyecto pero mientras duró fue algo que marcó la pauta para otros proyectos y lo disfruté. Porque si requería de al menos resaltado de sintaxis e indentación correctas así como organización allí estaba Atom. Porque soy uno de esos individuos que evaden en lo máximo posible el uso de procesadores de texto y la extensión .doc o .docx y escriben todo en texto plano.

Por cierto, en Windows relegaba al limbo el horroroso Bloc de notas e instalaba Notepad++ y Atom.